1º ESO

Documentos sobre LOS RETOS Y DESAFÍOS COOPERATIVOS

LOS RETOS Y DESAFÍOS COOPERATIVOS


Los Desafíos Físicos Cooperativos, podemos definirlos como “una actividad física cooperativa que supone una provocación, un reto, desde el momento en que se presenta”.


Se presentan Desafíos Físicos Cooperativos con diversos materiales: cuerdas, colchonetas, quitamiedos, balones, etc., intentando que todos los alumnos sean (y se sientan) esenciales para el grupo, cooperando para la superación de los mismos.


La cooperación va más allá de ser sólo un recurso didáctico: es una actitud, un valor, un estilo de vida, una competencia básica para la vida, en un mundo cada vez más interdependiente, en un mundo que avanza mucho mejor cooperando. Si conseguimos, a través del aprendizaje cooperativo, que nuestros alumnos y nuestras alumnas aprendan a dialogar, a convivir y a ser solidarios, les habremos ayudado, en gran medida, a transitar por la vida que les ha tocado vivir.

PALABRAS CLAVE:
Desafíos físicos cooperativos; habilidades sociales; evaluación formativa; motivación; resolución de problemas.


1. INTRODUCCIÓN.
Son muchos los autores cuya bibliografía describe los beneficios que poseen los retos o desafíos físicos cooperativos en relación a la capacidad de relaciones interpersonales de nuestros alumnos, tanto en Primaria como en Secundaria (Vaquero y Velázquez, 2004; Fernández-Río, 2005; Rodríguez-Gimeno, 2008 etc.).


Un Desafío Físico Cooperativo podemos definirlo como:
Una actividad física cooperativa que supone una provocación, un reto desde el momento en que se presenta. Es la resolución de un problema motriz de solución variable que conlleva una motivación especial, derivada de la incertidumbre y de la dificultad organizativa y motriz de la actividad (Rodríguez Gimeno et al. 2008, 52).


Es decir, es una actividad cooperativa que presenta una motivación especial, presenta por tanto una tensión bastante alta durante su transcurso y cuando se culmina supone una sensación de logro, de éxito, muy semejante a un logro deportivo, con la diferencia de que se consigue gracias a la implicación y el esfuerzo de TODOS los miembros del grupo, y sin que sea necesaria la derrota y el fracaso del equipo/s adversario/s.


En cada desafío hay algo en común: los alumnos deben volver a comenzar si incumplen alguna de las sencillas normas que se les plantean. Esto quiere decir que el error es solo una fuente de información para corregir la estrategia y volverlo a intentar, no se vincula a un fracaso, a un resultado permanente.


El hecho de que las normas sean sencillas no conlleva que también lo sean los desafíos: todos ellos necesitan que los alumnos piensen una estrategia, compartan esas ideas con sus compañeros, decidan una manera común de actuar y, por fin, pasen todos juntos a la acción.
Por lo tanto, los desafíos físicos cooperativos poseen un atractivo y un potencial educativo muy importante, ya que trabajan en los cuatro ámbitos básicos de la personalidad: cognitivo, afectivo, psicomotriz y social.


No es necesario extenderse más sobre las características y ventajas de las actividades cooperativas, pero sí parece adecuado destacar cuatro circunstancias que se dan de manera muy especial en los desafíos, como son:
  •   Reflexión y diálogo constantes. La gran mayoría de los desafíos tienen un componente cognitivo y organizativo que hacen imposible superarlos si no se dedica un tiempo a encontrar la estrategia y organizarse. Cuanto mayor es el tamaño del grupo, más compleja es la organización y tanto más diálogo será necesario.
  •   Solución de problemas. Los desafíos físicos cooperativos suponen una metodología que se puede definir como de “solución de problemas cooperativa”, con las implicaciones cognitivas que se le suponen a este tipo de metodología.
  •   Ayuda omnipresente. Si bien en todas las actividades cooperativas los alumnos deben ayudarse, los desafíos requieren buscar el máximo de ayuda posible: se hace necesario que la persona que centra la actividad en cada instante pueda ser ayudada por el máximo posible de personas. El contacto físico, siempre desinhibidor, se hace aquí imprescindible.
  • El aplauso. Cuando los alumnos consiguen superar un desafío, es enormemente gratificante observar cómo se unen en un estruendoso aplauso espontáneo. La alegría, el repartir la responsabilidad del éxito entre todos los miembros del grupo, hacen de esos momentos algo realmente muy especial.



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